¿Habrá algún beneficio directo para el pueblo la detención de Emilio Lozoya?
Pero antes de sacar conclusiones, recapitulemos:
El Caso Odebrecht es una investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, junto con otros 10 países más de América Latina sobre la constructora brasileña Odebrecht, en la que se detalla que la misma habría realizado coimas de dinero y sobornos, a presidentes, expresidentes y funcionarios del gobierno de 12 países: Angola, Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela,1 durante los últimos 20 años, para obtener beneficios en contrataciones públicas.
Los ejecutivos de Odebrecht hablaron con gobernadores en todo el país, que recibían sus favores y fuertes compensaciones económicas y materiales, obtuvieron citas al más alto nivel en el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, las obras que hicieron en territorio mexicano fue resultado de la corrupción, Odebrecht creció en México durante los últimos 10 años al amparo de funcionarios y políticos a los que pagó decenas de millones de dólares en sobornos.
El esquema de corrupción que se dio entre 2001 y 2016, narrado en documentos de la Corte Federal de Nueva York, donde la acusación contra Odebrecht establece que entre 2010 y 2014 la empresa pagó sobornos por más de US$10 millones de dólares a funcionarios mexicanos para asegurar que los contraten para obra pública, con lo cual obtuvo un beneficio de 300% con los contratos y obras complementarias en México,
La detención en España del exdirector de Pemex Emilio Lozoya Austin reabre el expediente que pesa sobre él por los supuesto sobornos que recibió de la firma brasileña Oderbretch durante su gestión al frente de la petrolera nacional, además de la compra de la llamada planta chatarra de Agro Nitrogenados (Pro Agro) a la acerera mexicana AMSHA, de Alonso Ancira, también implicado en la trama.
La imaginaría refinería de Tula
El contrato otorgado por Pemex a la firma brasileña Odebrecht para realizar trabajos en la refinería de Tula, Hidalgo, pudo generar daños o sobrecostos por cerca de 953 millones de pesos (mdp), según la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
“Son trabajos con características similares y que fueron ejecutados por una empresa mexicana adjudicada mediante licitación pública internacional y aprobado por la Gerencia de Proyectos 2 de Pemex Refinación en el mismo año, mismo que ofreció precios más convenientes para el estado en partidas similares, con lo que se comprobó que la propuesta de la contratista extranjera no fue la más conveniente para el Estado”, apunta la ASF en su auditoría 16-6-90T9M-04-0479, publicada en 2017, sobre el ejercicio 2016.
La plantita Agro-familiar
La planta de Agro Nitrogenados (rebautizada como Pro Agroindustria en Pemex) llevaba 14 años detenida cuando Pemex pagó 275 millones de dólares (mdd) durante la dirección de Lozoya, que además estimaba inyectarle 200 mdd para su rehabilitación.
“Se señaló que se formalizó la compra de la planta de fertilizantes con equipo incompleto, en mal estado y no utilizable, con 30 años de antigüedad y 18 años fuera de operación; asimismo, careció de estudios y análisis competentes para garantizar su rentabilidad y determinar adecuadamente los costos de mantenimiento desde el proceso de su adquisición”, explica la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en un reporte dentro de la tercera entrega de la Cuenta Pública 2017.
Pemex se dio cuenta del alza en los precios de los trabajos para la rehabilitación de la planta, por lo que el presupuesto final de la adquisición pasó de 475 mdd a 760 mdd.
Arranca la carrera electoral
La administración de Andrés Manuel López Obrador aún se aferra a rescatar la cuantiosa inversión hecha en este complejo, pero no se sabe el cómo y por cuáles medios recuperaría esos montos dilapidados, aún peor es no saber – en caso de recuperarse algo – en qué rubros utilizará la 4T los beneficios obtenidos.
Negociar con un funcionario acusado de corrupción a cambio de más información con la premisa de darle un menor castigo en su sentencia, no es más que es otra manera de hacer corrupción, es justicia mera simulación de justicia.
Es decir, basta un soplón para poder articular la nueva estrategia que le dará pie a más detenciones ( si es que se atreve el gobierno de la 4T) pero al final del día, solo veremos -como en el caso de Javier Duarte- solo a un culpable, y todo este circo mediático para ser utilizado a favor del gobierno federal.
Por demás es evidente que la detención de Emilio Lozoya y el gobernador de Chihuahua, Cesar Duarte, son favores realizados por la inteligencia de Estados Unidos ante el sumiso patrocinio de la pasada visita de AMLO a Washington, legitimando ambos sus “proezas” en la presidencia.
¿Detener la inseguridad?, ¿acabar con los carteles?, na!, eso no es importante de momento, ahora lo que esta en boga es atrapar a funcionarios corruptos. AMLO necesita legitimar el tiempo que lleva en la presidencia a como de lugar inventando conspiradores como boa (distractor burdo que pasara a la historia como la farsa más ridícula desde el chupacabras); Pues es bien sabido que no hay una oposición sólida aún, recurrir al discurso mesiánico comienza a desgastar y aburrir a sus propios seguidores, seguir hablando en tiempo futuro y no aterrizar el presente es la tónica predilecta de la 4T, “vamos hacer esto, vamos hacer esto otro”… ¿cuándo? quién sabe…
Es de cualquier ciudadano con sentido común saber y entender que estas ‘preseas’ para el gobierno mexicano, serán utilizadas de manera mediática para influir en el siguiente periodo y proceso electoral, pues al pueblo ‘bueno y sabio’ de México poco o nada le interesan las estadísticas económicas ni el PIB, mucho menos la pandemia o si en realidad existe, o de lo tan ‘humanista’ que puede ser el presidente saludando a madres de capos y desairando a otras de los desaparecidos, lo que quiere el pueblo es venganza al mero estilo de un refrito ‘western’ dónde AMLO cabalgue victorioso emulando a John Wayne al atardecer en la llamada cuarta transformación.
Canek Sánchez / tikinet.pozarica@gmail.com