>> Tan solo el peligro que genera un tragatormentas arruinado desde el 2022 en la avenida Chapultepec demuestra los feos resultados en la administración de Fernando Remes.
Redacción Libertad
Poza Rica, Ver.- Mientras el Gobierno de Fernando Remes pregona una “falsa belleza”, la ciudadanía se ha cansado de alertar con palos y hasta llantas a conductores, motociclistas, ciclistas y peatones sobre un peligro latente entra las colonias Manuel Ávila Camacho y Santa Emilia.
Se trata de un tragatormentas arruinado por el tránsito continuo en la avenida Chapultepec esquina con Francisco Sarabia de este sector, el cual mantienen en abandono la administración municipal desde el 2022 y ni siquiera Protección Civil coloca cinta preventiva.
Vecinos de esta zona exponen que desde el mes de noviembre se deterioró la estructura metálica y a pesar de haber sorprendido a varios conductores y motociclistas, por fortuna no han existido pérdidas lamentables.
Visiblemente molestos responsabilizan a las autoridades municipales encabezadas por Fernando Remes, quien presume que la ciudad “vive bella”, pero han ignorado la fealdad de los servicios públicos y lo horrible que son los riesgos latentes en la población.
Afirman que este cruce es una vía alterna que conecta, no solo colonias a centros de abastecimiento como Su Bodega o Chuper Negro, sino que además es un acceso transitado para el Hospital Regional, principal nosocomio que incluso brinda servicios a población de municipios circunvecinos.
Además, de ello hay un importante flujo peatonal porque está en contra esquina el Parque Fundadores, donde se practica Basquetbol, Futbol, vecinos acuden a correr, caminar y entre otras actividades, llevan a sus hijos a la recreación con juegos infantiles, que dicho sea de paso también requieren mantenimiento.
En el colmo del olvido, frente a este sector se está construyendo el Banco del Bienestar, espacio que el Gobierno Municipal donó para dicha institución bancaria del Gobierno Federal, cuya obra se inició después de afectado el tragatormentas por lo que resulta imposible no darse cuenta de este problema.
Los quejosos exigen la intervención del Alcalde Fernando Remes para que atienda esta exigencia ciudadana ya que el servicio público de alcantarillado le compete y ellos pagan impuestos para obtener servicios de calidad.
Finalmente le recriminan que administrar un gobierno municipal “no solo es hacer festivales para gastarse el dinero público”, sino aplicar los recursos donde más se necesiten.