Continúa la cuarta transformación de los priistas

Columna Visión de Líder

Por Angel Pablo Reyes S.

Nunca una fuerza política en México había crecido tan rápido en tan poco tiempo. Hace 10 años MORENA ni existía, hace 9 años obtuvo su registro como partido político, hace 8 años no tenía una sola de las 32 gubernaturas del país, carecía de poder en el Congreso Federal y en los locales; fue hasta la elección del 2015 cuando ganó 14 distritos de mayoría y 21 diputaciones plurinominales, sumando sus primeros 35 diputados federales.

Para este 2023 MORENA acaba de obtener el viejo bastión del PRI y la entidad con mayor número de votantes: el Estado de México. En breve encabezará 22 estados del país y se alinea a refrendar la Presidencia de la República para el 2024.

Pero ¿En dónde están todos los priistas? Del PAN y PRD podemos entender que su permanencia en la vida pública ha sido más la de oposición que la de gobernar, de los “partidos remoras” sabemos que prostituyen su siglas al mejor postor, pero ¿Los priistas que en su mayoría son generaciones de políticos y que no tienen otro modus vivendi?

La respuesta es sencilla, continúan incrustados en el Sistema Político Mexicano a través del color guinda, el mismo sistema que en la década de los 80´s carecía de legitimación, por las prácticas antidemocráticas como “el dedazo” y falta de un árbitro electoral.

Lo podemos incluso confirmar a nivel Nacional, en Veracruz y en los municipios donde gobierna MORENA, todos los niveles permeados por priistas, algunos tan destacados como otros detestables, pero al fin y al cabo formados en el viejo sistema.

Cito el ejemplo de Poza Rica donde morenistas fundadores quedaron fuera por encima de ex priistas que ahora portan orgulloso el chaleco guinda.

No podemos ignorar el pasado y dejar de aprender las enseñanzas de él. Todo aquel que trate de entender la vida política del país, tiende a reconocer que el PRI jugó su papel por décadas estructurando un “dictadura perfecta” a través de su hegemonía, solo que sus formas y medios para alcanzar el poder, carecía de sentido en un ambiente democrático.

Hay que recordar que incluso ya en los 90´s, en su peor etapa marcada con muertes de candidato, dirigente de partido, guerrilla y entre otros problemas como crisis financiera, se hablaba de cambiarle el nombre al partido para “transformarse”, hecho que constituiría “el cuarto nombre” en su historia.

En esa cúpula estaba Marcelo Ebrard al lado de Manuel Camacho Solís, quien pretendía ser candidato a presidente de la república en 1994, pero fue hecho a un lado por el “dedazo” de Luis Donaldo Colosio. Por cierto que el fallecido candidato tuvo como secretario particular a Alfonso Durazo -incluso cuando Colosio dirigía el PRI Nacional-, hoy este político es gobernador de Sonora por MORENA.

Podríamos dar muchísimos nombres, como Manuel Bartlett Díaz, etcétera, etcétera, etcétera. Todos incrustados en los inmensos puestos de los aparatos gubernamentales del Gobierno Federal y en las 22 entidades que gobierna morena, próximamente también estarán en la entidad con mayor numero de habitantes.

Lo aceptemos o no los priistas continúan transformándose dentro de MORENA, desplazando a muchos fundadores que creyeron en la “esperanza de México” y la idea de un partido hegemónico, erigiéndose en una dictadura perfeta nos debe de aterrar, sobre todo porque pretende desaparecer diques de contención de abuso del poder, como el INE, INAH.

Reflexionemos en lo que viene para el 2024 recordando aquella famosa frase de “el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”. ***

Agradeciendo el favor de su atención, contactaremos próximamente.


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